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Monte Shasta

Monte Shasta es la montaña más majestuosa ubicada en la extremidad Norte de la hilera de montañas de Sierra Nevada en el distrito de Siskiyou, al norte de California, unos 53 kilómetros del límite con Oregon. El Monte Shasta es el cono de un volcán extinguido que se eleva a una altura de más de 4316 metros por encima del nivel del mar y es el pico volcánico más grande de la parte continental de los Estados Unidos. Los maestros ascendidos han revelado que el Monte Shasta puede también ser considerado como una incorporación del Gran Sol Central. El Monte Shasta es, por lo menos, un lugar muy especial, es mucho más que sólo una montaña. Es uno de los lugares más sagrados de este planeta, una fuente mística de poder para esta Tierra. Es un centro de ángeles, espíritus guías, naves espaciales, maestros del Reino de la Luz y el hogar de los sobrevivientes de la antigua Lemuria. 

Para quienes tienen capacidades de clarividencia, el Monte Shasta está envuelto por una pirámide etérica púrpura gigante, cuya cúspide llega mucho más allá del planeta, al espacio, y nos conecta intergalácticamente con la Confederación de Planetas correspondiente a este sector de la Galaxia de la Vía Láctea. Esta pirámide asombrosa también incluye una versión invertida de si misma, que llega muy abajo, hasta el centro mismo de la Tierra. El Monte Shasta representa el punto de entrada de las Rejillas de Luz de este planeta, donde la mayor parte de la energía viene primero desde el centro galáctico y universal antes de ser diseminada hacia otras montañas y hacia el resto de las rejillas. La mayor parte de las cimas de montañas, especialmente las altas montañas, son Faros de Luz, que alimentan las rejillas de este planeta. 

Extrañas luces y sonidos se ven y escuchan a menudo en la montaña. Nubes lenticulares, sombras y puestas de sol destacables se incluyen en su aura mística. Hay muchos túneles que llegan lejos, en el interior de esta majestuosa montaña. El Monte Shasta también es el hogar, de los Lemurianos, sobrevivientes del hundimiento del continente de Lemuria hace más de 12.000 años. Sí, nuestros hermanos y hermanas lemurianos son reales, ellos están bien y físicamente vivos, habitando en la ciudad intraterrena de Telos, bajo del Monte Shasta. 

Antes del hundimiento, totalmente conscientes del destino final de su amado continente, los antiguos Lemurianos, usando su maestría sobre la energía, los cristales, los sonidos y vibraciones, excavaron hasta crear una enorme ciudad bajo la Tierra, con la intención de preservar su cultura, sus tesoros y sus registros de la antigua historia de la Tierra, historia que ha perdido la humanidad desde el hundimiento de la Atlántida. Lemuria fue una vez un vasto continente, mayor que Norte América, conectado a parte de los estados actuales de California, Oregon, Nevada y Washington. Este enorme continente desapareció una noche dentro del Océano Pacífico hace más de 12.000 años, durante un inmenso cataclismo. Todos los habitantes de la Tierra en ese tiempo consideraban a Lemuria su Madre Tierra y hubo mucho dolor por lo que ocurrió. Alrededor de 25.000 Lemurianos de esa época pudieron emigrar hacia el interior de la montaña, y trasladar el más importante de sus distintos centros de administración, antes de que se produjera el hundimiento de su madre patria. Y amados, ustedes, que están leyendo estos escritos, saben en sus corazones, que ellos jamás partieron. Ellos están aún aquí, en cuerpos tangibles, físicos inmortalizados, totalmente ilimitados, viviendo la vida en un paraíso de quinta dimensión. 

Los indígenas americanos creían que el Monte Shasta era de tan inmensa grandeza que su existencia solamente podía ser atribuida a la creación de un “Grande Espíritu”. También creían que una raza invisible de pequeñas personas, como de 1,2 metros de alto, vivían en sus laderas como Guardianes. Se referían a estas personas maravillosas como “las pequeñas personas del Monte Shasta” y aunque son una especie como física, resultan generalmente invisibles para nosotros. Algunas de ellas ocasionalmente son vistas con los ojos físicos alrededor de la montaña. 

La razón por la cual no se muestran físicamente a mucha gente es porque tienen temor colectivo de los humanos. Una vez, cuando eran tan físicas y visibles como lo somos nosotros y no podían volverse invisibles a voluntad, los humanos los dañaron. Se volvieron tan temerosos de los humanos que, colectivamente pidieron a la jerarquía espiritual de este planeta la dispensación de elevar su frecuencia, de modo que pudieran volverse invisibles a voluntad para poder continuar su evolución sin ser dañadas y en paz. 

Hoy, muchos grupos espirituales circundan el área del Monte Shasta. Muchos buscadores de la verdad que han sentido y escuchado en sus corazones el “llamado de la Montaña”, se han trasladado a esta área donde sienten que finalmente han “vuelto al hogar”. La empañada memoria de su muy distante linaje lemuriano los está llamando de nuevo a su antiguo punto de origen. 

En un día claro el Monte Shasta se parece a una joya blanca y puede verse desde por lo menos unos 60 kilometros de distancia. La gente que vive cerca conserva grandes historias sobre el volcán Cascada de 4316 metros. Las historias más notables son las leyendas sobre la gente misteriosa que vive dentro de la montaña. Se dice que ellos son descendientes de una antigua sociedad del perdido continente de Lemuria, que viven en casas redondas muy profundo dentro de la montaña y gozan de una salud y riqueza ilimitadas formando una hermandad verdadera. Ellos han preservado su cultura ancestral. 

Los Lemurianos que viven bajo la tierra, más allá de la montaña, son comúnmente descritos como agraciados y altos, de unos 2,1 metros o más de alto, con largos cabellos al viento. Se visten con túnicas blancas y sandalias pero también han sido vistos con mucho colorido. Se dice que tienen cuellos y cuerpos largos y finos, que se adornan con collares bellamente decorados hechos de abalorios y joyas preciosas. Han desarrollado su sexto sentido lo que les permite comunicarse entre sí mediante percepción extra sensorial. Pueden también tele-transportarse y volverse invisibles a voluntad. Su lengua materna es el lenguaje lemuriano llamado el Solara Maru, pero también hablan un inglés impecable con un ligero acento británico. Han elegido aprender inglés como segundo lenguaje porque están ubicados debajo de Norte América donde la gente utiliza el inglés como lengua principal. 

El Dr. Mauricio Doreal anunció hace años que había visitado a los Lemurianos dentro de su montaña. El dijo que el espacio donde entró tenía unos 3,2 kilometros de alto, unos 32 kilometros de extensión y 24 kilometros de ancho y escribió que la luz dentro de la montaña era tan brillante como la de un día de verano, porque había una masa gigante que irradiaba una brillante luz suspendida casi en el centro de esa gran caverna. Otro hombre informó que cayó dormido en el Monte Shasta y fue despertado por un Lemuriano que lo condujo dentro de la montaña hasta su cueva, que estaba cubierta de oro. El Lemuriano dijo al hombre que allí, bajo la tierra, como caminos abiertos, había una serie de túneles... un mundo dentro de otro mundo. 

Los Lemurianos, han logrado la maestría sobre temas tales como la energía atómica, las habilidades telepáticas y clarividentes, la electrónica y la ciencia desde hace unos 18.000 años. Tienen una tecnología que a los habitantes de la superficie nos hace parecer, en comparación con ellos, como niños que empiezan a andar. Controlan con sus mentes la mayor parte de su tecnología. Sabían como hacer para que navegaran botes usando energía irradiada desde cristales. Antes tenían naves aéreas y volaban hasta Atlántida y otros lugares. Hoy tienen toda una flota de naves espaciales llamadas “Flota Plateada” con las cuales entran y salen de la montaña y viajan al espacio. También tienen la capacidad de hacer invisibles e insonoras sus naves espaciales para evitar ser detectados por las autoridades. Aún cuando son, por naturaleza, personas de tercera dimensión, pueden en segundos, cambiar su campo de energía hacia cuarta y quinta dimensión y volverse invisibles a voluntad. 

Mucha gente informa que ve luces extrañas en la montaña; una explicación sería las naves espaciales que vienen y van constantemente desde un puerto espacial que está situado en la profundidad de ella. El Monte Shasta no sólo es el hogar de los Lemurianos, sino también un portal multi- dimensional inter-planetario e inter-galáctico. Hay una inmensa ciudad etérica de luz arriba del Monte Shasta llamada la Ciudad Cristal de los Siete Rayos. En algún momento de nuestro futuro más cercano, esperamos que dentro de los próximos doce a veinte años, esta maravillosa ciudad de luz podrá descender hasta nuestro reino físico y volverse la primera ciudad de luz que se manifieste tangiblemente sobre la superficie de este planeta. Para que ésto ocurra, la gente ue vive aquí tendrá que igualar en conciencia a esta vibración. 

Vosotros podéis fácilmente visitar el área del Monte Shasta sin leer ni escuchar sobre los Lemurianos, pero si tenéis alguna antigua relación con ellos, podéis ser bendecidos con algunas revelaciones. El Monte Shasta atrae visitantes de todo el mundo, algunos buscando claridad espiritual, otros buscando, en esta región alpina única, el regocijo que las maravillas y bellezas de la “madre naturaleza” tiene para ofrecer aquí. 

Todo el mundo ama el misterio, especialmente el misterio sobre el Monte Shasta. Ha habido muchos mitos fascinantes y leyendas escritas sobre este gigante del norte californiano, y la montaña solitaria simplemente dormida con sus secretos intactos. A menudo, otra historia misteriosa aparece sobre la superficie, nuevos roles, nuevos personajes emergen y la atención se centra, una vez más, en la mística montaña. Eso es lo que ha ocurrido por años y probablemente es lo que seguirá ocurriendo. El Monte Shasta tiene tendencia a revelarse “a sí mismo” –sólo ante quienes honran la vida, se honran a sí mismos por ser quienes son verdaderamente, honran a la Tierra y honran a todos los reinos con los que comparten este planeta. 

Es hora de descubrir tu linaje interno y disfrutar…